(Deathmatch) Benedicto XVI y Richard Dawkins

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Vivir en los albores del Siglo XXI tiene sus beneficios, de eso no nos cabe la menor duda, hemos visto la llegada del hombre a la Luna y hemos enviado sondas mas allá del sistema solar y si seguimos paso a paso las noticias que circulan por la red nos enteramos que los del proyecto SETI tienen buenas noticias para nosotros este mes diciéndonos que han logrado establecer contacto con otras inteligencias fuera del Sistema Solar (¿será?) de tal manera que la tecnología nos ha hecho lo que somos actualmente. Traten de vivir sin iPod y Google Reader por un mes y verán a lo que me refiero. Se siente uno caminando entre nubes y esta uno quieto esperando cualquier momento leer que se alcanzó la cura del cáncer y del Sida, lo cual parece posible y tal vez lleguemos a ver la base lunar programada por la NASA para el 2020. En medio de tanta gloria aparece un libro del maestro y divulgador (que difícil es llenar los zapatos de Carl Sagan) Richard Dawkins llamado The God Delusion que a pesar de que lo he encargado aun no me llega, sin embargo la premisa de Dawkins es muy sencilla: el concepto de Dios lo tenemos de alguna manera grabado de manera orgánica en alguna parte de nuestro cerebro y es por eso que el ser humano siempre busca a algo que adorar, pero al igual que alguna vez se le rezaba al fuego y a Zeus (o Júpiter según los romanos) y en realidad se pensaba que vivía en el Monte Olimpo y era sacrílego el que no creyera en él. La gente dejó de creer en esa deidad y el mundo no se acabó ni hubo maremotos ni furia divina de la misma manera si el mundo decide cambiar de marca y decide ya no creer en Dios o en Alá tampoco pasará nada, el problema es encontrar la marca que sustituirá esas dos ya establecidas en el inconsciente humano (¿branding?). Como Ingeniero graduado de una universidad, creyente firmemente en la ciencia y techblogger no podía estar mas de acuerdo en ese libro, por eso lo encargué, pero sale por ahí un anciano en Navidad entregando su mensaje noticia y texto Urbi et Orbi en el que le pide a la humanidad que deje de idolatrar a esa «vaca sagrada» que es la tecnología y se concentre mas en Dios. He ahí algo para meditar, ya que a pesar de los multimillones que USA y aliados están gastando para parecer «machos» en Irak el hambre está haciendo estragos en éste preciso momento en algún lugar del planeta, el Sida se enseñorea sobre vastas regiones de Africa y las mujeres en la India y China son tratadas como animales que se pueden sacrificar por solo ser del género equivocado. De tal suerte que para principiar el año les recomiendo la atenta lectura de ambos documentos en paralelo. Dios (o su ilusión) está en todo el bien que hacemos, cielo o no cielo. Feliz Año Nuevo 2007.

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